lunes, 23 de junio de 2014

DE LLUVIAS Y LLANTOS.

Domingo. Junio 22 2014

Se siente vacío.

Llueve.

Vacío.


Todo aquí es sobre sentir. Tengo unas inmensas ganas de llorar. Llorar mucho y muy fuerte, gritar, maldecir, llorar con hipo, preguntar los "Por qué" de muchas cosas para entonces volver a llorar, ésta vez quedito, llorar para mi.

Ojalá pudiera volver en el tiempo, a esos días en los que la lluvia era la cosa más emocionante de mi (pequeño) mundo, en aquellos años llover significaba salir a brincar en los charcos, augurio de ranas en el patio,  y veleros blancos hechos de papel y dobleces que zarpaban buscando horizontes más allá del Hit Sun Dracones.

Y volver a llorar. 


Presagio de la hecatombe emocional.